The Theory of Everything
James Marsh
Reino Unido
2014
Película muy bonita y fácil de ver. El tema central es la discapacidad de una persona y cómo su condición moldea poco a poco su vida cotidiana pero no se centra en detalles morbosos. Sabemos que Stephen Hawking está enfermo, sabemos lo difícil que es moverse en su situación, sabemos que probablemente esté frustrado, pero no sabemos cómo va al baño o cómo lleva a cabo sus obligaciones maritales. Esos son detalles irrelevantes y es un punto a favor de la película no haber perdido tiempo en eso. Aún así, hay escenas duras: es duro verlo caerse en la Universidad, es duro ver su cara en primer plano rebotando contra el suelo, es duro verlo golpeándose contra la realidad.
Me gustó especialmente la escena de Hawking tratando de ponerse su saco frente al fuego. Su cuerpo no responde para las actividades domésticas pero su cerebro está en plena producción intelectual, alerta a cualquier estímulo. Así es la cotidianidad de Hawking.
Cabe destacar la solidez del guión. No sé nada de física pero las explicaciones me parecieron claras y sencillas, no hay huecos, no es necesario asumir nada porque la película todo lo explica. La actuación de Eddie Redmayne es notable, la de Felicity Jones, en cambio, no me pareció tan convincente. Al final tuve la impresión de que nadie habría podido encarnar a Hawking mejor que Redmayne pero con Felicity Jones no me pasó lo mismo. Es perfectamente posible disociarla del personaje.
Por último, es inevitable relacionar The Theory of Everything con A Beautiful Mind (2001). No digo que sea una copia pero hay cierto paralelismo. Hawking y Nash son personas con mentes prodigiosas pero tienen dificultades para desarrollar plenamente sus intereses científicos. Encontré coincidencias, por ejemplo, en cómo Hawking y Nash empiezan sus respectivas relaciones románticas. Y bueno, al final de The Theory of Everything uno no sabe a quién admirar más, si a Hawking o a su esposa.
M. Dolores Collazos