Hugo
Martin Scorsese
Estados Unidos
2011
Tenía muchas ganas de ver esta película desde que salió pero se me había ido pasando. Anoche finalmente la vi.
Hugo se plantea un gran reto: rendirle homenaje al cine desde el cine mismo. Suena pretencioso –de hecho lo es– pero la película llena todas las expectativas. Es una oda al cine muy bien lograda que nos recuerda el gran milagro de ver imágenes en movimiento. Ver Hugo es asomarse por un Aleph: es una película que contiene otras películas. Es una muñeca matrioshka de historias, una dentro de otra. Me conmovió la recursividad de los primeros cineastas, su infinito afán de experimentación y sus ganas de crear fantasías imposibles. Viendo Hugo me acordé, por ejemplo, de la enorme emoción que sentí cuando vi Le Voyage dans la Lune (Méliès, 1902) en cine por primera vez. En ese momento pensé que Méliès era un genio (¡carajo, lo era!) y que su película era una auténtica obra de arte.
M. Dolores Collazos