Relatos Salvajes
Damián Szifrón
Argentina
2014
Relatos Salvajes es la suma de cinco historias inconexas que retratan con ironía y humor negro el lado más irracional y violento de la condición humana. El título de la película es literal: el director nos regala cinco relatos de gente salvaje y lo hace de una manera cómica y plausible. Los diálogos son tan brillantes y ocurrentes que es imposible no reír a carcajadas y al salir del cine todos tenemos la certeza de que terminar atrapado en una de esas situaciones absurdas no sería tan raro. Y de hecho ha pasado. Todos hemos sido alguna vez uno o varios de sus personajes. ¿Quién no se ha sentido un ciudadano impotente y diminuto frente a la ineptitud del Estado? ¿Quién no se ha imaginado a sí mismo aplastando todos sus enemigos? ¿Quién no ha deseado tener una pizca de poder para usarlo contra quien fue ruin, soberbio o mezquino en su momento?
En este punto, la película es algo miedosa. Se convierte en ese espejo que al asomarnos nos devuelve una imagen escabrosa y brutal de nosotros mismos. Entendemos entonces que la civilización no es más que una fachada, una mentira que todos aceptamos para poder vivir en relativa paz. Sin embargo, en el fondo sabemos que posar de cultos no oculta el hecho básico de que en cada uno de nosotros vive un salvaje, un bárbaro dispuesto a embestir sin compasión a la primera provocación. Y esa es precisamente la virtud de la película: recordarnos entre chiste y chanza que somos animales a medio domesticar y que el maquillaje de la ilustración y la racionalidad se nos cae en cualquier momento.
Por último, el discurso vengativo de Romina es notable. Está al mismo nivel del discurso de Jules en Pulp Fiction (1994).
M. Dolores Collazos
Me encantó también. Sobre todo que al reírse a carcajadas, inmediatamente uno sabía que algo no estaba bien, que reírse de esa salvajada era algo que estaba al menos raro